Desde el club V.P. Soto de Real nos vemos en la obligación de dar respuesta a los comentarios realizados en la página oficial del club Palmeiras/Jaguare (versión en traducción automática) por la jugadora Fabiane Pereira sobre nuestro club, durante su permanencia en el mismo.
En el aspecto deportivo, no es ningún descubrimiento que nuestro club, a día de hoy, no está dentro de lo que se podría considerar equipos punteros de la división de honor femenina, pero trabajamos duramente para llegar a serlo y su consideración catalogandonos de nivel bajo quizá sea, cuando menos, inapropiada, teniendo en cuenta la trayectoria de nuestro equipo con seis temporadas consecutivas en la máxima categoría.
Desconocemos la organización de los clubes brasileños, por tanto al calificar con un nivel 6 la organización de nuestro club no podemos valorar su apreciación. Nuestro club, a nivel organizativo, creemos está a la altura del resto de clubes que componen la División de Honor española, con menos recursos económicos pero igual de eficientes en su gestión.
Respecto a que las jugadoras españolas podían faltar a los entrenamientos no es cierto. Lo que quizá desconoce esta jugadora es que a diferencia de su caso, donde tenía garantizada la vivienda, la manutención y una ayuda económica que le permitía vivir sin necesidad de realizar otra actividad (ni profesional ni académica), alguna de nuestras jugadoras tienen que trabajar y/o estudiar y alguna de estas actividades no les permitía, en contadas ocasiones, acudir a todos los entrenamientos programados. Es obvio, que si la profesionalización de las jugadoras fuese máxima no tendría lugar este tipo de excepciones pero desde nuestro club, equivocadamente o no, entendemos que al no tratarse de un medio de vida exclusivo para las jugadoras, debemos tener en cuenta estas circunstancias para facilitar su vida laboral y académica en la medida en que las circunstancias lo permitan.
Respecto al número de las sesiones de entrenamiento, salvo algún club de manera excepcional, tenemos constancia que son las habituales en la categoría con el nivel de profesionalización existente y reiterándonos en el argumento expuesto en el párrafo anterior, podría plantearse una exclusividad y una dedicación absoluta si la remuneración recibida fuese acorde a esa dedicación.
Por último reiterar desde nuestro club el más completo convencimiento sobre la seriedad y profesionalidad de los componentes del equipo técnico que dirigió el equipo durante su permanencia. Tan solo queremos desearle que en su trayectoria deportiva tenga la suerte de contar siempre con un equipo técnico de la misma calidad humana y profesional como el que tuvo en Soto del Real.
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