Manuel Malagón (MARCA).- España se impuso a Italia en la final del Europeo de fútbol sala merced a su acierto en ataque y a su buena labor defensiva. Los de José Venancio hicieron buenos los goles de Marcelo (min.10), Daniel (min.22) y Javi Rodríguez (min.27) y aunque Feller (el portero italiano) recortó distancias a falta de diez minutos, España supo aguantar el marcador a la perfección. El combinado español supo sufrir y cuando hizo falta, Luis Amado, sensacional una vez más, detuvo a los italianos. Una vez más, España demostró quien manda en el fútbol sala europeo.
España ofreció una demostración de cómo se juega una final desde el principio. Los españoles, conscientes de que Italia podía ponerles en apuros como ya hicieron Serbia y Portugal, salieron muy metidos en el partido, dominando. Pronto empezaron a merecer el gol y Feller, meta italiano, era el gran protagonista. Si había algún despiste, al fondo estaba el 'muro' español, Luis Amado. Italia se fue poco a poco desperezando, sobre todo tras la salida de Foglia, que en la primera parte fue de lo mejor de los transalpinos. El gol que merecía España llegó en el minuto 10. Álvaro volvió loco a su defensor y picó el balón ante la salida de Feller para que Marcelo marcara de cabeza en boca de gol. Se abría el camino.
Italia, como era de esperar reaccionó y apretó en los últimos minutos de la primera mitad, con un tiro al palo incluido, pero ahí se hizo grande la figura de Luis Amado. España sufrió, pero se fue con ventaja al descanso. A la vuelta del mismo, los de José Venancio decidieron que era la hora de sentenciar el partido. A los 22 minutos, Daniel hizo el segundo tras aprovechar un rechace de Feller, que le había sacado el balón a Álvaro. Apenas sin tiempo para reaccionar, en el minuto 27, España salió en un contraataque perfecto que remachó el capitán, Javi Rodríguez. No podía faltar el gol del veterano jugador español.
Parecía todo visto para sentencia, pero el portero italiano, Feller, ya jugando de portero-jugador, sorprendió a Luis Amado con un lanzamiento lejano cuando restaban diez minutos. Aún había que sufrir ante una selección volcada. Nuccorini, el técnico italiano, se la jugó sacando a Grana de portero en lugar de Feller. Italia casi monopolizó la posesión en la parte final, pero España no dejó casi nunca que los italianos acribillaran a ocasiones. Basculó y trabajó muy bien el equipo español, consciente de que detrás estaba el gran Luis Amado.
Italia murió intentándolo, pero el título fue a manos de España. Un trofeo que le hace aún más grande. Es el cuarto que consigue, y amenaza con no ser el último. El año que viene, a por el Mundial.
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